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Deporte en verano de forma saludable

13 de julio de 2025

Alfonso del Corral, especialista en cirugía ortopédica y jefe de Medicina y Traumatología del Deporte del Hospital Ruber Internacional

Con la llegada del verano, aumenta la motivación para hacer ejercicio: los días más largos, el buen tiempo y las vacaciones animan a muchas personas a iniciar o intensificar la práctica deportiva. Sin embargo, este entusiasmo también trae consigo un aumento significativo en el número de lesiones.deporte y verano

Las lesiones aumentan durante el verano porque se hace más deporte. Muchas personas intentan recuperar en pocas semanas lo que no han trabajado físicamente durante el resto del año, y eso pasa factura. Un estudio de la Sociedad Española de Traumatología del Deporte (SETRADE) reveló que el 25% de las lesiones veraniegas se deben a la falta de preparación física, el sobresfuerzo y la fatiga.

Además, el riesgo de lesionarse es mayor con la edad o el aumento de peso, ya que los músculos y tendones son más vulnerables. Para tener una buena condición física hay que realizar ejercicio todos los días durante varios meses. Si no lo haces, te rompes.

Una manera sencilla y eficaz de iniciarse en el deporte es caminando. Comenzar con media hora diaria y aumentar progresivamente tiempo e intensidad es una excelente estrategia.

El verano también ofrece la posibilidad de hacer actividades acuáticas, especialmente beneficiosas porque reducen el impacto sobre las articulaciones. En el agua, el cuerpo pesa menos y hay menor riesgo de lesión.

  • Respecto a los factores de riesgo y las lesiones más comunes, el sedentarismo no es el único culpable. Otras causas habituales de lesiones incluyen:
  • Uso de material inadecuado, especialmente el calzado.
  • Mala técnica al realizar los ejercicios.
  • No calentar antes de la actividad física.
  • Exceso de carga o intensidad.

Las lesiones más comunes son las contracturas, sobrecargas musculares, tendinitis, esguinces de tobillo o rodilla, fascitis plantar, lumbalgias, y en los casos más graves, roturas de ligamentos y luxaciones. También existe el riesgo de problemas graves como infartos o insuficiencias respiratorias, especialmente en personas que no conocen su estado de salud. Por eso, antes de empezar cualquier rutina deportiva, es recomendable acudir al médico para realizar una revisión general, incluyendo pruebas cardiológicas, podológicas y de columna.

Aunque seas deportista habitual, en verano hay que extremar las precauciones:

  • Evita las horas de más calor, especialmente entre las 12:00 y las 17:00 horas.
  • Hidrátate constantemente, ya que la sudoración es mayor.
  • Utiliza ropa ligera y transpirable, así como un calzado adecuado para el deporte elegido.
  • Calienta siempre antes de empezar cualquier actividad.
  • Además, es preferible hacer ejercicio por la mañana si estás en zonas urbanas, ya que la contaminación aumenta a lo largo del día.

Aunque parezca saludable, caminar por la arena puede ser contraproducente, la superficie irregular y la inclinación de algunas playas pueden provocar esguinces o sobrecargas. En lugar de ello, es recomendable correr o caminar sobre césped con el calzado adecuado.

Si tienes en mente practicar un deporte específico como el fútbol, no empieces jugando en un campo grande. Lo ideal es adaptarse poco a poco, con sesiones cortas y progresivas. Si no estamos preparados no se puede correr 100 metros, tenemos que empezar con 20.

En definitiva, el verano puede ser un gran momento para mejorar nuestra forma física, pero es fundamental hacerlo con sentido común y preparación. Iniciar la actividad física de forma progresiva, cuidar la técnica, usar el material adecuado y prestar atención a las señales del cuerpo son las mejores garantías para disfrutar del deporte sin riesgos. Lo importante no es hacerlo todo rápido, sino hacerlo bien.