Consejos para disfrutar más de ellas y mejorar tu salud
Las verduras son una de las piezas clave en una alimentación saludable, pero muchas personas no las disfrutan tanto como deberían. Como nutricionista, veo a diario cómo las verduras se sienten como una obligación en lugar de un placer. Sin embargo, cambiar eso es posible, y te voy a dar algunos consejos prácticos para que las disfrutes más y aproveches todos sus beneficios.
Beneficios de las verduras
Las verduras son ricas en vitaminas (A, C, B9), minerales (como calcio, hierro y potasio), fibra y antioxidantes que protegen tu cuerpo de enfermedades, como las cardiovasculares o el cáncer. Además, son bajas en calorías y grasas, lo que las convierte en perfectas para mantener un peso saludable y mejorar tu bienestar general.
No te gustan todas ¡y está bien!
No todas las verduras tienen que ser tus favoritas. Si una no te gusta, no la descartes por completo. A veces, simplemente cambiar la forma de cocinarlas o añadirles otros ingredientes puede hacer toda la diferencia. Si no te gusta el brócoli, prueba a prepararlo al vapor con un poco de aceite de oliva y ajo. O si el calabacín no te convence, agrégale especias o cocínalo en una tortilla. La clave está en experimentar.
Comienza poco a poco
Si no estás acostumbrado a comer muchas verduras, empieza con pequeñas cantidades. Puedes incluirlas como acompañamiento de tus platos favoritos. Si te gusta el calabacín, por ejemplo, acompáñalo con pasta o arroz y, poco a poco, aumenta la cantidad. La idea es que no lo veas como una obligación, sino como un ingrediente más que va mejorando tus comidas.
Formas de cocinar verduras
Las verduras pueden ser deliciosas y fáciles de preparar. Aquí tienes algunas ideas:
- Al vapor o cocidas: conservan los nutrientes.
- Asadas o al horno: se intensifican los sabores.
- En revueltos o tortillas: perfectas para cualquier comida rápida.
- Pisto o salteadas: combina varias verduras en un solo plato.
- Sopas y cremas: fáciles de hacer, reconfortantes y muy nutritivas.
- Gazpacho o ensaladas: frescas y ligeras.
Recetas fáciles para empezar
- Empanadillas de acelga: perfectas como snack o para los niños.
- Paté de alcachofa: un dip sabroso para acompañar pan o verduras crudas.
- Mini pizza de calabacín: una versión saludable de la pizza.
- Falso cuscús: hecho con coliflor o brócoli, es una alternativa ligera.
La clave está en la variedad
Lo importante es probar nuevas verduras y preparaciones. No hace falta que te gusten todas, pero cuanto más variedad comas, más fácil será incluirlas en tu vida diaria. Si las pruebas de diferentes formas y combinaciones, ¡seguro que encuentras tus favoritas!
Las verduras no tienen por qué ser un sacrificio. Con un poco de creatividad en la cocina, puedes disfrutar de sus beneficios y hacerlas parte natural de tu dieta. ¡Anímate a incorporar más verduras y notarás cómo tu salud mejora!
Texto elaborado por Carlota Pérez Sánchez.
Especialista del servicio de Nutrición de Quirónsalud Toledo y Quirónsalud Talavera.